Uno de los aspectos más influyentes en el funcionamiento del sistema inmune es la alimentación. Una buena o mala estructura nutricional puede ser determinante en cuanto a la acción de las defensas contra infecciones o virus se refiere.

Realmente, los órganos, tejidos y células que forman parte del sistema inmune requieren de una serie de vitaminas y minerales esenciales para llevar a cabo de forma correcta su actividad. Entre estos nutrientes destaca la vitamina C, vitamina A, zinc o vitamina D.

En este sentido, la vitamina D es un nutriente  no solo importante para el sistema inmune, sino también para la salud de los huesos, bienestar muscular y otras múltiples funciones del organismo. Además, diferentes estudios asocian contar con niveles adecuados de vitamina D a un mejor riesgo de determinada enfermedades.

Seta shiitake, vitamina D y sistema inmune

Una de las peculiaridades más importante de la vitamina D es que su principal fuente de obtención se encuentra en la radiación solar. Es decir, la exposición de la piel a los rayos ultravioletas del sol permite al organismo producir este nutriente.

Sin embargo, a través de la alimentación también se puede complementar la cantidad de vitamina D que presentamos en el organismo. Hay que recordar que se trata de un nutriente clave para la salud y el funcionamiento del sistema inmune.

Así, entre los pocos alimentos que contiene vitamina D, encontramos pescados azules (caballa, salmón, atún, arenques…etc.), algunos mariscos, setas, hongos, champiñones, aguacates, yemas de huevo, productos lácteos certificados.

Y en este punto donde es necesario hablar de la seta u hongo shiitake. Se trata de un hongo al que se le atribuyen propiedades medicinales, como el reishi o maitake. Los tres tienen su origen Asia.