Los huevos milenarios son huevos de pato que se fermentan durante algunas
semanas/meses en una solución de arcilla, cal, ceniza, cáscara de arroz, sal y
té negro. Forman parte de la gastronomía china, donde se considera un
alimento de lo más normal. Saben a huevo duro. Eso sí: tiene textura como de
gelatina dura y un olor muy, muy peculiar, como “a azufre y amoníaco”. Sin
embargo, es cremoso, aterciopelado y con un punto dulce. La receta más
popular consiste en añadir un huevo milenario cortado en cubitos a un tazón
de congee (gachas de arroz). Otra forma muy habitual de comerlos es como
aperitivo, cortados en cuartos, acompañados de jengibre encurtido y
aderezados con vinagre de arroz dulce.
Ingredientes:
Información nutricional por 100g:
Alérgenos: